viernes, 16 de mayo de 2014

EL VALOR DEL JUEGO

Los niños cada vez tienen menos tiempo para el juego, entre otras cosas, porque en demasiadas ocasiones está supeditado a actividades extraescolares, pero además un tercio de ellos juega solo y sobre todo con maquinitas, videoconsolas y demás, en las que los padres han visto una forma de entretenerlos.
Estas son algunas de las conclusiones del primer estudio que se ha realizado sobre el binomio familia-juego y que tiene como objetivo conocer la calidad y cantidad de juego y ocio familiar de padres y madres con sus hijos de entre 3 y 14 años.


El juego de los niños en la calle es en estos momentos "prácticamente inexistente" porque, además, tienen menos lugares para ello, pero tampoco juegan mucho con compañeros y amigos ya que, según Pérez, en la mayoría de los casos sólo pueden hacerlo en el patio del colegio y ese "es poco tiempo y espacio". 

Para saber más:

Necesitamos soluciones ante esta triste realidad que estamos viviendo, en la que los niños no se socializan, no juegan entre ellos, podríamos decir que ¡NO SABEN JUGAR!, están acostumbrados a jugar solos, sobre todo si son hijos únicos, su compañero de juego son plays, xbox, psp, wii...y todo tipo de aparatos electrónicos, estamos creando seres sin imaginación, seres antisociales, niños que no son niños, apostaría que pocos son capaces de pedir sin ayuda un vaso de agua a un camarero de forma educada.

Ahora los niños tienen muchísimas actividades extraescolares, pasan la mayor parte de su tiempo en la escuela, los padres pasan mucho tiempo en el trabajo o desempeñando labores del hogar, llevamos un ritmo de vida que complica sacar un tiempo para jugar con nuestros hijos, y también es cierto, ahora jugar en la calle se ha convertido en algo más peligroso que en épocas pasadas.



En las escuelas no se juega
Son pocas las escuelas donde se utiliza el juego como recurso educativo. Estos datos lo ponen de manifiesto:
El 40 por ciento de la escuelas españolas invierten entre el 5 y el 10 por ciento de su presupuesto en juegos y juguetes.
Solo el 29,6 por ciento de ellas han realizado experiencias educativas con juegos.
El 42 por ciento incluyen el juego dentro de su proyecto educativo.
El 66,16 por ciento de las escuelas españolas no tienen espacios específicos para jugar.


Se necesitan maestros con iniciativa, que estén enterados de las problemáticas actuales y actúen. Maestros reflexivos y críticos.

 Ante esta realidad una solución sería que los maestros impulsen el juego,  encontrar la ocasión, puede ser en el recreo, en tiempo que los niños tengan libres por algún motivo, en alguna excursión que se realice, siempre existen momentos ideales para jugar y debemos aprovecharlos.
Un maestro debe fomentar juegos, algunos tradicionales se han ido perdiendo con el paso de los años, incluir más objetos para jugar en los patios, no estaría mal que el maestro forme parte del grupo alguna vez y juegue con ellos.



Proponemos algunos juegos ideales para practicar al aire libre:

El juego de pato, pato, ganso
El juego conocido con el nombre de “pato, pato, ganso” se puede jugar en un pequeño equipo o con todo el grupo. En este juego, uno de los alumnos se denomina "éste”. El resto de los participantes se sientan en círculo, uno frente al otro. "Éste" debe caminar alrededor del círculo, tocando a las personas en la cabeza. Cada vez que sientan que quien pasa detrás los toca, ellos deben gritar, "este". Él a su vez, debe encontrar a uno que le gustaría llevarse y entonces sujetarlo con firmeza gritando: "ganso". Esa persona se debe levantar y correr alrededor del círculo, mientras que “éste” debe intentar atraparlo antes de que el “ganso” regrese a su asiento. Si “éste” tiene éxito se debe sentar al centro del círculo y el “ganso” se convertirá en "éste".


El trotamundos
Para jugar este juego requieres de dos equipos. Ambos equipos deben colocarse en los lados opuestos del patio. Todos los integrantes de un mismo equipo deben tomarse de la mano. Un equipo debe gritar, "trotamundos envía a Juan aquí". Juan es el nombre de un participante, quien al escuchar su nombre, debe correr hacia la barrera que con las manos forma el equipo contrario. Su propósito es romperla y obligar a que ellos se suelten de las manos. Si el niño se abre paso, tiene la ventaja de elegir a alguien de ese equipo y llevárselo al suyo. En caso contrario, es él quien debe unirse a ese equipo. El juego continúa hasta que un equipo tenga a todos los jugadores.


Por otro lado tenemos a los padres, estos deben sacar tiempo para disfrutar de sus hijos, a continuación hacemos algunas propuestas interesantes:

- Acostar a los hijos temprano, para así madrugar un poco más y realizar desayunos más largos.
-Ver menos televisión, podemos sustituirla por juegos educativos, juegos de mesa, hacer de este tipo de juegos un hábito. !Apaga las pantallas, enciende tu vida!
- Invertir en nosotros mismos, así podemos estar más descansados para nuestros hijos, estaría bien buscar ayuda externa para las labores domésticas, aunque debamos prescindir de otras cosas.
- Fomentar las tertulias, especialmente las que se inician en las comidas y se prolongan después de comer.
- Organizar planes en familia, como mínimo una vez al mes.
- Dedicar unos minutos en exclusiva a cada hijo a diario, en los que los miremos con atención, sin hacer otra cosa que contemplarlos. Un momento estupendo es por la noche al acostarlos. Los hace sentirse importantes, queridos en una palabra.
- Invitar a los amigos de tus hijos de vez en cuando a jugar a casa. Aceptar invitaciones de otros padres.


Os dejamos un texto y un vídeo de Luis Pescetti  donde  reflexiona sobre "El verdadero valor del juego" : /http://www.luispescetti.com/el-verdader-papel-del-juego/

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